sábado, 28 de abril de 2012

Dictar un porqué desde nosotros mismos

¿Qué significado tiene nuestra vida? Nuestras vidas tienen el significado que nosotros le demos
¿Por qué estamos aquí? No importa el por qué ni el para qué... sino el cómo hacer que nuestras vidas tengan algún valor. No podemos quedarnos quietos y esperas que alguien dé un significado a lo que hacemos, a dónde vamos o de donde venimos... Nosotros somos los que tenemos que enseñar al mundo, al universo y sobre todo a nosotros mismos la importancia de nuestros actos. ¿Acaso todo tiene que tener un fin determinado por alguien? Hemos de ser nosotros los que determinemos ese fin, y dar sentido a nuestra existencia viviendo tal y como queramos vivir. Entonces y solo entonces nuestra vida tendrá sentido, al menos para nosotros

miércoles, 18 de abril de 2012

Esto ya lo escribí hace mucho...

Y surqué los cielos esperando encontrarte,
recorrí los mares para hallar tu escondrijo,
puse la mano en el fuego por poder abrazarte,
y tu, complaciente, bajaste a la tierra conmigo.

No hablaré de iluminación,
tampoco de perfección o divinidad,
solo puedo decir que en tu simpleza,
se esconde inmensa complejidad.
Y quebraste mi cabeza,
no encuentro a qué me pueda atener,
en verdad lo que me aterra,
es el no poderte comprender.
Es difícil hacerte poesía,
al igual que describirte con el habla,
pues que incluso al mejor poeta,
cariño, le dejas sin palabras.
Y yo quisiera pintarte en un lienzo,
pero en mis manos no se encuentra la maestría,
prefiero memorizarte mirando,
para esculpir tu figura a escondidas del día.
Y caminar o pasear a tu lado:
lo que necesito para vivir;
yacer bajo tus sabanas, sin embargo,
es la forma más dulce de morir.
-Yo tengo el secreto
-¿Secreto que escondes?
-Secreto que callas
-¿No debería estar en mi poder?
-Lo está
-No entiendo...
-Por que soy enteramente para ti
-Entonces, ¿tengo de nuevo mi secreto?
-Nunca se ha ido, por que siempre he estado en ti. Yo soy tu secreto.
-Entonces quédate en mis labios, sellado por siempre en el silencio.

Ojalá

Y ojala la vida fuese tal sutil como un libro, tan practica, tan efímera pero tan longeva. Y es que ojala fuera tan facil como arrancar una hoja y dejar que el pesado manto del olvido la cubra. Ojala fuera tan facil como borrar y sobre escribir la historia, una historia a manos del mejor poeta, una historia digna de ser contada y mucho más vivida. Ojala los relatos no se quedaran en eso, y los cuentos fueran realidades tan palpables como nosotros mismos. Y es que de esos cuantos vivimos, y es que sin ellos no podemos sobrevivir. Por mucho que nos empeñemos, la realidad acaba con nuestras ganas, y todas esas historias son donde las encontramos nuevamente.
Ojala la vida fuera como un libro, revivir cada momento una y otra vez según nos plazca, y poder contemplar un solo instante durante años si quisiéramos.
Ojala los momentos duraran eternamente, como ellos pueden hacer, pero en lo fugaz también se encuentra la gracia de la vida, y lo fugaz, a igual que el saber de un fin, es nuestra única esperanza para vivir la vida como si nos fuera en ello, por que, realmente, es así.