sábado, 13 de abril de 2013

¿Huir o vivir?

No me encuentro bien, parece que todo lo que hago no es más que una mota de polvo que se deja llevar por el viento, por mucho que me esfuerce. ¿Realmente me esfuerzo o finjo que me esfuerzo? Estoy tan cansada...
Me siento pilar maestro pero se que en realidad solo soy una columna de decoración, en realidad se puede prescindir de mi, en realidad solo sustento los dinteles de una cornisa poco pronunciada.
Trato, desde mi niñez, con soñar más, con mirar más alto, con aspirar a todo aun cuando no se si quiera si puedo llegar a algo...
No soy yo... o si... ¿quién sabe? el "yo" es tan relativo, tan trasparente...
¿Qué intento hacer? ¿Qué pretendo con todo este tiempo?
Y siempre yo... siempre tengo que ser yo la fuerte, la dura, la inamovible, donde el resto pueda apoyarse.
Yo, la que nunca llora, la que siempre mantiene la cabeza alta, que no recibe mazazos de nada, nada la destruye, nada la fractura.
Pero las hondas que provocan el golpe en este armazón de hierro resuenan entre mis frágiles órganos internos, causando hemorragias internas.
Me arde el pecho, y todo aptitudes dispares según el momento. No se como comportarme, se enfrentan mi moral con mi necesidad, en una eterna lucha donde mis valores se unen a la batalla como árbitro preferente.
No aguanto más...
Pero siempre hay algo en mi que me dice que si, que si que puedo, que no me rinda... Y a veces pienso que ojalá pudiera arrancarme sanguinariamente esa parte de mi.
No puedo explotar, claro... yo nunca puedo explotar... Ya no por el resto, sino porque mojo continuamente mi mecha, en un impulso desesperado por salvar... ¿Salvar qué?
Es mi culpa y solo mi culpa pues yo he elegido el camino sobre el que ando, y sigo conduciéndolo lo más lejos que pueda del fácil, en la dirección contraria pero nunca con retroceso... ¿O tal vez si? Vuelvo a caer, una y otra vez en los mismos errores: Se fuerte, inamovible, no te rindas, lucha; tu honor ante todo, se impulsiva, déjate llevar por tu instinto, tienes que saber controlarlo todo// No, se prudente, mantén la calma, silénciate cuando debas hacerlo, estate atenta a todo, escucha pues es la única forma de aprender, no seas impulsiva, piensa...
Una y otra vez un ciclo constante y cuando los sobre paso a los dos, nuevamente, la misma respuesta: tienes que ser neutra, Vanessa, encuentra el punto medio; el punto medio es la clave para la buena vida
¿Pero qué es buena vida? Lo ético, lo lógico, lo moral... ¿Qué límites tienes? Complace, sin dejar de ser complacido... ¿Pero qué hacer cuando intentas ayudar, y aportar de ti algo más y el resto del mundo solo coge lo que puede y se marchita como el agua al evaporarse?
Inamovible... me rio yo de mi inamovilidad. Hay veces que solo quiero dormir, pero no encuentro más que una pérdida de tiempo ante tanta vida que disfrutar...
Friedrich Nietzsche dijo una vez, que los hombres necesitábamos a la vida no por que estemos habituados a ella, sino por que estamos habituados a amar. Que siempre hay algo de demencia en el amor, pero que también hay algo de razón en la demencia.
Pienso que somos dementes de nuestras propias ilusiones y esperanzas. Que la ilusión y la imaginación no son más que proyecciones del amor que podemos procesar...
¿Pero qué sucede cuando cesan nuestros sentimientos buenos? No pasa nada... solo son malas rachas...
Es horrible, siempre que intento buscar consuelo en las malas palabras siempre me acabo dedicando palabras de apoyo... Por que, no se pero es como si ya no me valieran las que dicen los demás, como si... no encontrara a nadie, ya no que me diera consuelo, que los hay, sino que sepa darme el consuelo que necesito.
Quizás busco consuelo en el amor... y es que, por mucha dureza que quiera aparentar se que necesito amor, como otro cualquiera, o incluso más que muchos, aun que no tanto como otros, lo comprendo. Pero... ¿me llena lo que tengo? Seguro que si pero... en parte no... Me duele decirlo... pero me he acostumbrado tanto a pedir más y más de mi que... no se si se ha traspasado a otros campos. Quizás lo que necesite es irme de aquí... lejos, estar sola y poder pensar y hablar conmigo misma. Puede que lo que necesite es obligarme al exilio solitario de caminar incesante por lugares que desconozco, tanto en gentes como en recorridos.
Quiero estar sola... pero a su vez... me aterroriza sentir el frío acero de la solitaria daga del destino.
¿Pero qué es destino? Creo que las palabras solo son palabras, pero lo son todo en realidad. Solo son palabras porque... pueden cambiar tanto de significado con el paso de los tiempos, de los años, de las décadas, incluso de los meses... Para mi el destino es aquello que no podemos cambiar, en base, pero sí algo que podemos transformar parcialmente. No podemos cambiar el final, pero sí el modo en que llegamos a él.
Los científicos dicen una y otra vez, obcecados, que el destino, como la misma palabra lo indica, es un pensamiento de fin y acción y inamovible, que somos marionetas de este en cuanto creemos serlo. Tengo dos respuestas para esos científicos  y para el resto de personas que lo piensan como una dictadura, más que como un sentido o una palabra.
La primera, es que negáis su existencia basándoos en su significado y aludiendo a que, si existe, solo somos peleles sin voluntad propia. ¿Acaso algo, por que no nos guste o no queramos que sea así, va a ceder a nuestra voluntad y ser de la forma que queremos o simplemente no ser, solo por no querere aceptarlo? Es como la muerte. Todos vamos a morir... podemos morir en cualquier momento, nos negamos a creer que puede pasar en cualquier instante pero por mucho que queramos convencernos si es asi, lo es. Algo no puede no ser, solo por que queramos que no sea.
Y la segunda es... que todos a los que intento explicar esto, acaban diciendo, con un tono de terror en la voz, casi suplicante de ayuda, que "entonces no somos dueños de nuestras vidas".
Nuestras vidas nos fueron entregadas por algún motivo, o no, eso no es lo que importa. Lo que importa es que decidimos cada acción, cada reacción, cada palabra y cada mirada que damos es algo nuestro. El camino que tomemos es nuestro, nosotros lo pensamos. El destino solo es un presagio de lo que puede pasar y de lo que terminará pasando finalmente. Nosotros y no él, somos los únicos que podremos marcar como cierto el camino que queramos, y aceptar con orgullo el final que nos toque, sabiendo que no hemos sido guiados por el, sino guías de este.
Muchos dirán, pues, que ya que existe el destino ¿Para qué trabajarse la vida? Pues porque si no la trabajas desperdicias ese margen de libertad con el que todos hemos sido dotados. Y eso, eso si que es ser un pelele del tiempo y de las adversidades, mientras nos quedamos impasibles según pasan nuestras vidas.

No se lo que me guarda el destino... nadie lo puede saber con certeza... Pero es lógico no saber bien que hacer con nuestra libertad, tan ligeramente aportada, tan sutilmente otorgada... Es normal... pero siento que se me acaba el tiempo. El tic tac resuena en mi cabeza como un reloj constante que no se detiene ni aun con martillazos. Es el anillo único de los relojes, y tengo que encontrar mi monte del destino para dejar que suene.

Si... quizás sea eso... quizás deba partir en cuanto termine un par de cosas y tenga medios para poder hacerlo.
Pero claro, de aquí a unos meses ¿Quién sabe que puede pasar con mi vida? Quizás vuelvo a la nada, a empeñarme en construir una vida de la que no estoy aun segura si se llevará como yo quiero...
Yo quiero escribir, ser libre... siempre quise ser libre... y me siento entre unas cadenas de responsabilidad que yo misma me planté...
No me gusta, no lo negaré, pero tampoco negaré mi bipolaridad en este campo ya que aveces no puedo vivir sin ello y otras deseo destruir todo lo conseguido.

(suspiro)

Da igual... Pero necesito urgentemente escapar.

jueves, 11 de abril de 2013

Lamento

Siento decaer. ¿A donde fue mi fuerza?. Hercúleo espíritu, espartana actitud. Y aun con todo ello admiro la belleza de las hadas, que vuelan tras mi ventana, libres y sin cadenas que las aten.
Quiero huir, pero la huida es de cobardes. ¿Llorar? sigo pensando que solo es una muestra de debilidad, pero, en esta vida no todo es blanco o negro, se ha de reflexionar...

Mirando al frente solo veo un túnel que me lleva como a un autómata. No camino, pero me muevo. Me enredé entre tu traición y ahora no consigo salir de esta locura.

Me duele el pecho, aun sin saber porqué. Todo muere, pero se supone que debería ver que todo renace también.
¿Soy un fénix? seguro, al menos en ficción, por que con la realidad te quemas y no renaces; porque con la realidad gritas, y pocos van a rescatarte.
Yo no necesito ser rescatada... Y una vez más caigo en mi propia trampa de mentiras donde yo me hago la fuerte y los demás... los demás se apoyan en los hombros de una estatua medio derruida.

martes, 9 de abril de 2013

Cariátide del destino

Soportando las pilastras
de un monumento perdido,
la piedra ya es historia
los recuerdos ya se han ido.
Olvidado, transcurre el amnésico tiempo
que divaga entre las horas.
La roca muerta, las batallas perdidas
testigos son los muros
de cada una de las caidas.
Y caminar no puede
tampoco relatar lo vivido
pero si lo hiciera...
¿que diría este monumento perdido?
Fracturando nuestro resplandor
¿que hace esplendoroso al hombre?
¿que lo hace al campeón?
Se deshacen en un tictac constante
unos antes, otros después,
sin consuelo, sin perdón.

Soy  cariátide del destino,
bajo estos pilares que sustento.
Cantar nunca pude
mi garganta está quebrada
pero sigo al pie
narrando historias no contadas.

El tiempo de los hombres, se dice;
producto de los dioses, se reniega;
más tanto unos como otros
entre la memoria de los muertos queda.
Sin embargo, lo que vemos es lo que cuenta,
y yacen mis restos en esta tierra seca;
de pastos ya perdidos
donde solo queda reflexionar,
entre el silencio que al fin llega,
un silencio para toda la eternidad.
Aun que mis labios estén silenciados
yo sigo sustentando los pilares de la historia
y el monumento permanece
donde perecen las personas.


Soy  cariátide del destino,
bajo estos pilares que sustento.
No hay cabida para el sentimiento,
pero las rocas también lloran
llevo una fuente, ya seca, dentro.

Desliza tus dedos, por el mármol de mi cuerpo,
descubre mis adentros, los detalles que contengo,
transita mis pasillos, con ojos de admiración,
difunde al mundo, que sigo viva
aun cuando ya nací muerta.
Pregunta a los que ahora existan
si alguien me recuerda.
Fui olvidada, entre rocas y hermanas perdidas
único pilar en pié de mi ralea
solo queda esperar,
ver qué el destino nos dicta.