lunes, 28 de octubre de 2013

Jugando al ahorcado

Esto ya no es por mi... me ahogo en un vaso de agua medio lleno, me transformo en mi metáfora menos lograda, siendo tan solo sierva de la desilusión.
Sumergirme en un mar profundo, y que la sal haga escocerme las heridas, las cuales lamo desesperada por que se curen. Es como si no tuviera cabida en ningún lado, y tengo u e mejorar, no puedo estar así...
Perdido... perdido... "Se mi amigo"... maldita sea.... "abrázame", siénteme, tócame.. me desharé cual diente de león. Tropezaré y se incarán en mi las espinas de este cactus.
Me desangro en dosis pequeñas... lo siento...
Maldita sea, ni si quiera se como sacar lo que llevo dentro, hacen tapón en el orificio del que parten mis sentimientos. Y sigue repitiéndose la voz: "Tu lo has elegido", pero no siempre se elige lo que uno desea del todo, sino lo que ha de hacer... por que esto lo tenía que hacer... Aun así duele... claro que duele, no es plato de buen gusto para nadie...
Maldita puta mierda, joder...

domingo, 27 de octubre de 2013

No me encuentro....

Corro desesperada... "¿Por qué coño todo son pasillos tan estrechos?" me pregunto con desgana. Pero n o los dejo de correr, como si huyera de el peor mal del mundo. es una sombra, que corre también, y a medida que me voy dando cuenta creo mas fielmente que soy yo misma persiguiéndome en este circulo incesante del que no puedo salir.
Sin salida, abatida en batalla de nadie, en tierra de todos... donde los titanes aun pueden oírnos... donde los susurros son gritos y los gritos ya son llantos. Entre mareas y huracanes, tifones, desastres naturales yo tengo la mirad perdida... Te echo de menos por muchas razones...

Maldita sea...

El corazón me va a salir del pecho, no se si son mis lagrimas o es la cálida sangre que brota de él, dejándome gota a gota sin alternativa.

-Tu misma te has marcado las fronteras
-Ya... pero son fronteras que no se si quiero traspasar... estoy fuera de mi zona de confort.
-Tu confort está entre sus brazos...
-Entre su aroma...
-Entre sus labios...
-Entre su colcha...
-Sigue así y acabarás por autodestruirte.
-La cuenta atrás ha comenzado

Es como si escuchara tu voz dulce llamándome a cada instante... y se que solo es mi imaginación... En ese punto en el que no se distinguen sueños de realidad... en ese punto quiero vivir... deslizándome poco a poco en un sueño profundo donde todo es idílico, donde todo es idóneo...
Maldita sea... y ahora me vienen todas las imágenes...
maldita sea.... joder joder joder.....

Matadme, casi que me lo merezco.

Canta, musa, solapando sensaciones. Y desgarra la mirada enamorada que se esconde entre el telón, deseoso de recibir un aplauso cálido, unas flores y una copa de champan.
Caminas, los tacones resuenan en este laberinto del que me hallo cautiva, y es ese taconeo constante el que martillea mi corazón sangrante. Me arrodillo y veo una luz al fondo del pasillo, que se aleja, marchita como tu semblante envuelto entre una neblina cada vez menos opaca.
Cabizbaja ya no quiero mirar hacia delante, soñadora de sueños rotos, se derramaron los cristales causando estrépito sonido... Solo busco consuelo en la almohada y aun ni me atrevo a decirte nada, no sería justo.
Maldita mi decisión que me lleva por un camino que serpentea tu amor... es todo tan lejano... me odio a mi misma por todo lo que hago.
¿De que sirve? ¿Que estas haciendo? Dejarlo correr por que te mereces un descanso...
Hoy lo he visto, no queda nada... y nada diré por que no es lo correcto aun que salgamos perdiendo ahora.

Puta mierda... se desata mi cólera pero al tempo estoy apaciguada, sin fuerzas y solo quedan lágrimas en esta tinaja... ya no hay cabida para la esperanza...

Tu cuerpo ondulante se menea mientras yo sigo estancada... No quería decirlo para que no fuera realidad, sin embargo... sin embargo... me empiezo a dar realmente cuenta de mi decisión. No ha darme cuenta sino... a aceptarla... ¿pero a quien engaño? Estoy a años luz de superarlo... siquiera de aceptarlo.

No, no lo acepto, claro que no lo hago... Y lloro desconsolada pensando que no hay otra salida. Es como si tirara tantos recuerdos por la borda... es como si tirara tantos sentimientos y ya fingiera que no son reales.

La felicidad es tan efímera... lo siento... lo siento mucho de verdad... Siento ser así, siento comportarme así pero... son así... y no me enorgullezco.

Se que me arrepentiré cuando tu estés sanada y yo siga desangrándome agarrada a una esperanza ya muy lejana. Sin pasar esta página empapada, impregnada por mi dolor, donde nuestra foto está enmarcada.

Tengo miedo, y celos... ¿para que negarlo?

Cogeré una pica y comenzaré a escavar dentro de mi, desgastando las minas de riqueza que me quedan y desperdiciando mi tiempo sin tu presencia... Tu lo conseguirás todo y yo seguiré encerrada entre mi sombra y mi reflejo, sin saber bien quien soy del todo... si soy el reflejo de una sombra poco definida, o una sombra que no puede reconocer su imagen...
Me encerraré, por tanto, entre los libros y las sábanas; beberé a la salud de nadie que me ampare bajo esta farola eterna llamada luna. Pregonaré que yo y solo yo soy culpable, hasta que caiga rendida sobre mis propios pensamientos, para después, sin ganas ni remedio volver a levantarme, aun cojeando.
Te veré, entonces, más alta y más radiante que nunca y pediré a las montañas que me sepulten, porque no sabré donde meter mi vil trasero... por preguntarme como sobreviviré sin tus te quieros.

sábado, 26 de octubre de 2013

Sin salida


Todo eran lluvias... ahora voy en el metro y veo los cristales empañados, las gotas escurriéndose y ese pequeño frío que va subiendo. Me acomodo en mi bufanda, me escondo entre mi gorro, me ajusto la chaqueta... y sigo mirando las gotas deslizarse por el cristal.
Apoyo la cabeza como si descansara, no... en realidad solo es un tiempo muerto que me concedo para pensar en lo mas profundo de la nada. Todo se ve negro... ¿Y que voy a hacer? si aun echo de menos tus manos gélidas en mi espalda.
¿Donde queda la ilusión? Si alguien me lo indicara iría a buscarla sin reparos; en los cuentos de hadas todo es tan fácil...
Los dragones son mis temores y los castillos que escalar mis pensamientos, todo es un símil de mi patética tragicomedia. Amargo y dulce... ya lo definía bien Safo... maldito puto genio, odio que tenga tanta razón.

Echo de menos a esa dulce niña que suplicaba afecto, que entre mis abrazos recogía el calor que la correspondía por derecho y bajo mis manos dibujaban mis yemas su piel templada.
Su olor, tan difícil de definir, tan suave como ella. Gestos, sonrisa... y sigo añorando aquel domingo en la cama donde no se nos perdía nada fuera, en aquella burbuja que nos formamos. Comer, dormir y recorrernos la una a la otra entre unas sabanas pesadas. Reviviría aquel momento una y otra vez solo por verte sonreír como ese día., reír con esa alegría y escuchar tu melodía al cerrar los ojos con el contacto.
Tocaría una y otra vez las teclas de el instrumento que permitía que entonaras aquellas notas, tranquilizando mi mente, enamorando mi alma, alimentando mi lujuria.

Hay tantos momentos..

Y ahora suspiro, esperando un poco de consuelo en libros que distraigan mis pensamientos. Rehuyendo de mi hogar y tratando de organizar algo que está patas arriba.
Pero esto es distinto... no queda otra alternativa


Canta, aspirante al himno de mi sola improvisación, musa desconocida, reina entre las sombras, dama de la locura que en silencio carcome mi alma. Callas, y dices más en tus silencios de lo que narras en vida.
Ya no narro, exhalo palabras...
Hasta que exhale mi ultima consonante y termine mi camino.

Aries

El incendiario veloz 
(Lo siento, tenía que poner esto, me ha parecido demasiado curioso jaja)

SEDUCCIÓN. Puro ímpetu 
Acéptalo: NO puedes seducirles. El signo más directo y explosivo sólo sabe conquistar y, además, sin andarse con florituras. Si les asalta el deseo tendrán que “resolverlo” inmediatamente. Si te apetece algo con ellos no tendrás que ser demasiado sutil. Sonríe, muévete por la habitación como tu sabes… en cuanto estés a dos metros de distancia de repente sentirás sus manos recorriendo tu cuerpo y sus labios tan cerca de los tuyos que apenas podrás decir nada. Y cuando ya estés en sus garras te sorprenderán con un ¿lo hacemos? Ellos son así, directos al grano.
Recibido su mensaje -alto y claro- sólo tienes dos opciones. Abofetearle o dejarte llevar por su ímpetu. ¿Te gusta el sexo salvaje? ¿Te gusta sudar? ¿Quieres gritar de placer? Si la respuesta es afirmativa acepta su “romántica” proposición, y esta noche arderá la ciudad!!! 
EN LA CAMA Coito, ergo sum 
Extrovertidos, lujuriosos y de fuerte carácter, les gusta dominar la situación. Sin que te des cuenta te habrá volteado sobre la cama o, mejor, ni os habrá dado tiempo a llegar a ella. El autobús, el asiento de atrás del coche, un rincón oscuro en unos grandes almacenes, el ascensor, contra la puerta o sobre la mesa del comedor, su líbido llega a tal extremo que difícilmente pueden controlar el deseo de fundirse con su amante. Probará todas las maneras, todos los lugares, con una urgencia que te estremecerá y antes, mucho antes de lo que te imaginas, habrás alcanzado un glorioso éxtasis. Si algo bueno tienen los aries es que basta un gesto para encenderles y que todo su armamento esté preparado para entrar en batalla!!! Haz la prueba, en medio de una calle atiborrada de gente agárrele de la mano y dile al oído que te apetece… 

miércoles, 23 de octubre de 2013

Prole, por decir algo

¿Dónde quedaron las odas que petrificaban corazones? ¿Donde quedaron las obras que cultivaban ilusiones? Todo es hallar, sin respirar, dejar de sentir el salado del mar y creando contradicciones.
Si respirar me cuesta, se hará tragedia de mi propia epopeya.
Me siento ulises, perdido entre un fragmento de roca y arena
sin encontrar la tierra bella que asoma
que asombra más allá de cualquier poema.
Y si insisto, que me caiga un rayo
si desisto, que me lleve el titan
si resisto, que me lleven los cantos
sigo buscando a Eco en los recodos del mar.

Tranquiliza tu talante y sigue caminando, sin mirar atrás. Pero yo porto un espejo y miro al frente, mas engaño al mirar de continuo mis espaldas por el reflejo. Las sombras pasan, bailan llamándome para perderme en un vaivén de sensaciones ficticias. Sigo en mi caverna amarrada, armada solo con mis palabras.

Agarro la cabeza, arranco la tarima de una patada y respiro agitada por el esfuerzo. Caigo, y caigo, no paro de caer. Sujeto las piedras y quedo colgando en un precipicio oscuro. Colgada de una piedra que comienza a ceder, ya noto la arenilla deslizandose entre mis dedos y mi mano cansándose de la presión que está aguantando.
No suelto, pero aveces las piedras vencen, y me caigo de nuevo, entre el silbido lejano que otros piensen.
Lo peor es no saber cuando llega la caída, lo mejor es dejarse cerrando los ojos...
Pero siempre, intolerante, me aferro con fuerza a otro peñasco.

Mierda

Acaricio las notas de un alma translucida, es tu esencia tu fragancia que ya se aleja, poco nítida. Se evapora, cuando el sentimiento aflora y no puedo perseguir lo que no quiere que lo cojan. ¿Que hago ahora? Lloro para dentro y sonrío con paciencia externa, solo los momentos que me acuerdo mi piel se lamenta. Extrañada, un contacto insólito... y huele a clorofila... dulce, ácido... tu sonrisa no se difumina.

Y llueve ahora, cataratas en el alma; el agua se desborda, no encuentro el oxígeno, el tiempo se me agota.
El tiempo... tan cabrón y arrogante, nos tiene a todos cogidos por los huevos, nos utiliza de colgantes...
Los horizontes no se acercan por más que ande, y me refugio entre escudos y estandartes de la historia, los fieros espartanos calman mi memoria sin hacerme pensar... por que si comienzo a pensar caigo y de nuevo, vuelta a empezar.

Es como una pelicula mil veces grabada, no por ser repetitivo deja de ser artístico... ojala perdiera la memoria en cuanto acabara para poder volver a repetirlo...

lunes, 7 de octubre de 2013

"De que real nunca habrá nada..."

Sientome yo, sin más dilación, en cuan ennegrecido letargo. Será el diván que por fortunios se mece entre el tiempo, inconcluso. Cabrá esperar, oh cornisa efímera, un canto agradable antes de caer en lo mas hondo.

De esta gruta de la cual no encuentro escapatoria... Oh musa, la cual llena mi corazón de calidez incesante, abandonada a la suerte de un sino que solo los divinos contemplan. Veleta sin rumbo, rumbo extraviado sin mapa, que no compensa.

Digo, y si sigo voy a control remoto; marioneta de tus gustos, para más tarde sentirme como un exvoto. Troncada desde tu alma perversa, flameas mis palabras para que no se entiendan. Me siento algo distante, ya no dibujo sonrisas igual que antes...

Y si caminar me lleva hasta tus olas color esmeralda, ya pueden sangrarme las plantas. Y si mirarte supone cegarme, viviré oradora deslumbrando desde mi boca lo que tus ojos me imparten, aduladora. Palparé incesante, estremeciéndome si traspaso tus vestiduras; complaciéndome, si en mi caricia encuentras una pequeña locura.
"Déjame sentir también amargura, así sabré que eres real" y recitando mis frases, no tratando de conquistarte, discernir en tus labios la curvatura final.
Déjame jugar con tu sonrisa, despertar con tus bostezos, y si me lo permites, perderme entre tus besos.

Recomienzo, y me imagino una pantalla. Tu silueta marcada entre notas disonadas; es el nerviosismo, de captarte como al arte para conservarte y disfrutarte de forma constante.
Y es tu contorno, no quiero dibujarte, solo mirar como te mueves de forma simple y sutil, tus gestos, tu olor, el rojo de tu carmín... Electrizante... y de un soplido me derrumbas, oh mujer ficticia, tu... novena musa, canta, canta... y de mi mente no te diluyas.
Habla, habla... aun que no sirva de nada. Saberlo lo se, que de real nunca habrá nada.

jueves, 3 de octubre de 2013

Nada...

Entre mis dedos torneo la moneda, oh, fortuna. Viendo las hojas de papel mojadas, deseando dejarse llevar por el viento. Huele a humo, un cenicero gastado y manchado de ceniza guarda los restos de una carta, de la cual aun pueden distinguirse algunas líneas que no se llegaron a extinguir.
Sigo mirando tras la transparentes capas que me separan del hoy, pero nunca me separan del ayer.
Sigo pensando, en silencio, escuchando el ondulante sonido del metal. Cierro los ojos.

Estoy en una sala, dos puertas a los lados y... camino en círculos sin decidirme. La moneda sigue girando. La lluvia tras las puertas no cesa, en ninguna me siento cómoda, en ninguna encontraré buen puerto, en ninguna se encauzarán las aguas... ¿será hora de dejar que me lleve la corriente?

Guardo la moneda en el bolsillo, ya no hay marcha atrás, ya no importa la puerta, ya da igual que cara salga. Será siempre cruz, si tiene que salir, daré mi cara, si tengo que darla.

Abro la primera puerta y una luz me ciega. Sin retorno.