martes, 27 de noviembre de 2012

Otra despedida al baúl de recuerdos

¿Qué más? Era de esperar que algún día pasara, pero... lo siento. Siento que fuera así...
Me atormento yo sola sin motivos, realmente. Tengo gravado en la mente vuestras dos miradas... "Tienes que ser fuerte" dice la vocecita de mi interior. Pero es tan duro... qué fácil es ser blando, que fácil es ponerse a llorar sin nada más en lo que pensar. Dejar todo y, ya está.

Se que si no lo hubiéramos hecho, estarías ahora tirada entre la paja o en el tubo... como ayer, como antes de ayer... Sin hacer nada por que no puedes hacer nada, ¿es la impotencia y el cansancio lo que te encadenaban al suelo sin grilletes? No puedo dejar, sin embargo, de castigarme por haberlo permitido.

¿Quienes somos nosotros para decidir que vive, o qué muere? ¿Era lo mejor? Quizás eso tendrías que haberlo decidido tu, ecko. Pero claro, ¿Como me lo ibas a decir?
Sigo recordando como te retorciste y trataste de huir para que no te clavaran la aguja. Te orinaste... también de lo otro. Tenias miedo, ¿verdad? Lo siento por no saber como darte confianza y seguridad... ¿Pero como dar seguridad a alguien que va a morir?
¿Por qué no me conformaré con saber que la muerte está ahí?
No... yo tengo que mirar, yo tengo que estar presente... ¿Para qué? Quizás estuve presente por ti, ecko, acariciando tu pelaje según te ibas poniendo fría...

Cuando te llevé ya sabias perfectamente donde íbamos, y donde estábamos, ¿verdad? Por eso estabas asi. Yo también quería que vivieras, pero si no era así, en un dulce sueño, hubiese sido en una agónica tortura viendo como no podrías moverte y muriendo sola en un rincón.

¿Me miraste cuando te estabas durmiendo? Joder... vuelvo a estar hablando con una rata... peor, con una rata muerta, otra vez. Si antes no podías contestarme, ahora... u_u

Os voy a echar de menos... Lo siento a ti tambien, ecko. Pero me gustaría pensar que ahora estas con tu hermana, en un lugar lleno de montañas de comida y paja para hacer nidos, como te gustaba.
Lo siento muchisimo ecko, de verdad... lo siento...


viernes, 23 de noviembre de 2012

Una noche más

¿Sabes? me gustaría volver a estar contigo en esa habitación de hotel mugroso. El que tenía una mancha sospechosa en la moqueta. En el que las sabanas siempre olían a ti.
Ese fue un buen momento. A 20 pasos de María la Magiore y otros veinte hacia atrás de la Terminiti.
Ir cogida contigo de la mano mientras caminábamos entre las ruinas de una ciudad legendaria.
"Las musas siguen existiendo" Me acuerdo que ese era mi pensamiento constante. "Duermo con una" seguía pensando mientras miraba como tu melena brillaba y se agitaba por el viento. Tus ojos curiosos no dejaban que se escapara detalle.
¿Que menos que presentar al arte con el arte? Todas esas ruinas... todos esos cuadros, esculturas, relieves... Es arte milenario pero entre tanta belleza, estabas tu haciendo que nada de eso tuviera tanto valor. Estabas tu mirando hacia arriba, acelerando el paso. Parándote para apreciar algo que no te llega a la suela de los zapatos.
Me gustaba contarte las historias de todo, me gustaba pasear a tu lado por esa inmensa ciudad llamada Roma. Y lo más curioso es que me encantaba no por ser Roma, sino por ser tu la que fuese a mi lado.
Ella es una ciudad maravillosa que siempre seguirá ahí, con sus recuerdos impregnados en cada una de sus piedras. ¿Cuantas cosas habrán visto? ¿Cuanta sangre se habrá derramado...?
Y sigo sin importarme, siempre y cuando tu estés conmigo cogiéndome la mano.
Que estúpida soy cuando pienso en acabarlo todo. No me hagas caso cariño... soy una necia que no aprecia lo que tiene.
Lo siento, por ser tan insensible a veces. Lo siento, por no pensar más que en mi de vez en cuando. Hay muchos lo sientos que decir y muy poco tiempo para malgastarlo en palabras vanas. Prefiero demostrarte día a día que te quiero y que desde hace ya más de 3 años me haces muy feliz...

Me hace gracia. Recuerdo perfectamente la primera vez que te vi. Quizás ya la he contado antes, no me acuerdo pero, me hace gracia con que claridad lo recuerdo y cosas que han pasado hace unas horas las veo tan distorsionadas ya.
No, eso lo recuerdo perfectamente sin tener siquiera que cerrar los ojos.
Entré en la academia, perezosa como siempre y me senté en la mesa grande, que estaba llena de gente como siempre.
Saqué las cosas abrí el dichoso libro de inglés y levanté la cabeza. Mi mandíbula se desencajó muy ligeramente. No se bien el tiempo que me quedé mirándote pero fue...
Estabas sentada en la otra mesa, con la cabeza ladeada, un lápiz en la boca, otro en la oreja y borrabas con una goma.
Tenías el pelo brillante, pero con la luz no se veía bien el intenso rubio que se te pone a veces con el sol. Lo tenías recogido con una coleta.
Llevabas una camiseta de tirantes negra, pantalones vaqueros azules, bastante manchados, y algo que me atraía fervientemente a ti.

Recuerdo también que levantaste la cabeza, como si sintieras algo y nuestras miradas se cruzaron. Miré rápidamente a mi libro, sin saber del todo que estaba mirando. Conociéndote ahora seguramente ni te enteraste de ese detalle que ami me dio tanta vergüenza.
Todo lo demás fue muy rápido, pero intenso. Estaba prohibido lo nuestro. Quizás eso hizo todo mucho más interesante.

Busco, siempre, algo más justo...

Como hecho de menos ser yo...
Nunca deje de serlo pero... ser yo de verdad, profunda como antes. Vaya mierda.

Me recuerdo por las calles, con un boligrafo chungo y un papel mojado. Unos cascos del chino y el mejor sonido para mis oídos...
No me gusta la lluvia, pero caminar bajo ella, con unca bufanda y un gorro bien puesto es algo que me trae buenos recuerdos. Simplemente caminar, sentir los pies ya empapados por mis zapatillas rotas.
Que no me importe. Mirar la gente pasar e intentar adivinar cómo son, quienes son, que hacen, como viven, que piensan que sienten...
¿El comienzo de mi sueño? No se donde está ya ese sueño.
¿Esto es la vida? La muerte sigue rodeándome... quizás es un mensaje para hacerme sentir más viva. Nadie me explicó que todo era tan duro.
De todas formas da igual.
Si no es la muerte será la locura. Llévame y besaré tus fríos labios de porcelana. Tan frágil me cortaré al besarlos, la pena me parece adecuada...
Ahh... el otoño se acaba. Los arboles se pelan y las calles son de colores cálidos. Marca del final de una etapa.
Quiero irme lejos, quiero dejar de sentir por un momento que sigo viva. Quiero ser esas hojas quiero ser esos arboles. Quiero ser el pájaro que se posa en una de sus ramas.

Siempre metida en los mismos temas. Debo aburrir a quien sea que me lea. Si me len quizás es ya por la curiosidad de si me he muerto.
Me siento cansada, me cuesta levantar el pie, mantenerme firme.
Joder...
Solo es hoy, seguro. Mañana será mejor, solo es un momento...
Trato de creérmelo.

¿Destino, que tienes planeado? Canalla... no lo sabre con vida, eso ni dudarlo...